Mozart recibió el encargo de componer una misa de Réquiem por parte del Conde Franz von Walsegg el cual pretendía interpretar la misa como suya. La muerte de Mozart en mitad del encargo desbarató todos sus planes. Constanza, la esposa de Mozart, necesitaba a alguien  que pudiera acabar  la composición y de esta manera poder cobrar la cantidad acordada. Después de varios intentos  fue Süssmayr, el menos experto de los candidatos, quien abordó la anónima tarea de finalizar la obra. Si se descubría la autoría parcial de Mozart la obra perdería valor.

Después del estreno la editora Breitkopf and Härtel tomó la decisión de publicar las obras completas de Mozart y  todos los que habían intervenido en el Requiem querían sacar tajada. Süssmayr envió una carta a la editora en la que relataba su participación  en la composición de la obra. El Conde von Walsegg, que no había escrito una sola nota, también reclamó sus derechos.  La editora llego a un acuerdo con todos para ocultar que Mozart no finalizó la obra.

Y aquí comienza la eterna discusión. ¿Qué escribió realmente Mozart en el  Réquiem?…¿hasta dónde llega la participación de  Süssmayr?

No lo sabremos nunca.

Pero lo que si podemos hacer es ponernos en la piel de Süssmayr desde nuestra mirada actual. Las ideas de Mozart adquieren una fuerza inusitada desde el prisma de niños y jóvenes. Si a eso le sumamos un equipo de cantantes del Coro Nacional de España que han trabajado intensamente con los grupos en el aula y unos profesores que han sabido extraer lo mejor de sus alumnos el resultado es el proyecto que hoy vamos a descubrir:Réquiem 3.0

Réquiem 3.0 es una nueva obra donde las notas originales de Mozart coexisten con las de las nuevas creaciones de cada grupo. Todo bajo la atenta mirada de Rafael Liñán que ha sido el encargado de instrumentar  las ideas desarrolladas por los niños/as y jóvenes.  Y qué mejor manera de acabar que el “Epitafio de Seikilos”, la pieza musical más antigua (siglo I aprox.) que se conserva completa y que nos recuerda: “vive el momento con alegría porque el reloj vuela con su cuenta atrás”.